Anoche no podía dormir y estaba pensando que antes de masturbarme, masturbé a ese culero; antes de mi primer beso, le chupe su verga; antes de que me acariciara una persona de la que yo estaba enamorado, ese culero me acarició.

Te odio, Baltazar Merlos Cruz, por violarme cuando era un niño.

Mi primera vez

Allá por inicios de los 90 viviamos con mi abuela y dos de sus hijos en Iztapalapa. Yo andaba entre cuarto o quinto año de primaria haciendo lo que se hace a esa edad. Mis papás trabajaban en el centro de la ciudad y quedabamos a cargo de mi abuela y sus hijos. Baltazar siempre se ha mostrado como el tío más rebelde y bonachón y por esto muchas niñas y niños estabamos fascinados por caerle bien a este ser.

Un día, este culero, me hizo acompañarlo al baño. Yo no tenía ni idea de por qué queria que lo acompañara, pero fui. Se empezó a masturbar frente a mí, después tomó mi mano y me hizo que lo masturbara. Yo no entendía de qué se trataba. Poco tiempo después (días) nos fuimos a bañar. Comenzó a masturbarse, se puso un condón me hace que le chupe su pene (yo sólo obedecí). Abre la regadera, me levanta de espaldas e intenta penetrarme, yo sólo grité de dolor y por suerte al poco tiempo se oye que abren la puerta de la calle (era una tía) y detiene todas sus asquerosas acciones. Me dice "si te preguntan por qué gritaste les dices que fue el agua fría".

Después de su violación yo deje de querer su atención. No recuerdo cuánto tiempo pasó de mi violación hasta que nos mudamos hasta el otro lado de la ciudad, pero ese cambió permitió que no tuviera contacto con él.

Un poco de suerte

Algunos años después fuimos de vacaciones a Zitácuaro, Michoacán. Allá nos quedabamos en la casa de la tía-abuela Josefina. Acá ya tenía más edad, pero no recuerdo exactamente cuántos años tenía.

En una ocasión todo el mundo salió de la casa y nada más nos quedamos él y yo. Empezamos a jugar luchitas y de repente quiso cambiar de juego. Abrimos el cajón de ropa de la tía Paty (prima de él). Y dijo "vamos a jugar a que eres la tía Paty". Yo, encantado (disforia) y dije "sí". Por suerte se arrepintió y dijo que mejor no. Yo me quedé todo desilucionado de no poder ser "lA tíA Paty".

Mientras dormía

Mi abuela se mudó a una casa que tenía dos cuartos ya nada más eran ell y dos de sus hijos. Nosotros ahora vivíamos en Valle de Chalco y estabamos de visita. Llegó la hora de dormir y nos acomodamos como pudimos: mis papás con mi hermana más chica, mi otra hermana en un sillón, y yo en la cama del violador. Yo tenía ya quince años (y lo recuerdo porque ya había sido chambelán de una chica de la colonia) y en esas visitas la nieta de los caseros de mi abuela cumplía quince años y yo hice un pequeño baile con ella.

Ese día el violador no estaba (entendí que se había ido de fiesta). Llegó a mitad de la noche, se metió a la cama y yo sólo me desperté para acomodarme. Un ratito después me despierto todo cachondo y disfrutando unas caricias en las piernas. Me costó un poco de tiempo en ser consciente de la situación y de quién me estaba acariciando. Mi primera idea era quitarme de allí, pero temía despertar a mi familia. Lo único que hice en ese momento fue poner mi mano en mis piernas y ponerla firme ya que iba, poco a poco, acariciando más arriba. Él se detuvo cuando sintió mi mano firme y que no se movia. Eso fue todo lo que pasó.

Vuelve el recuerdo

Por suerte, o desgracia, no recordaba nada de lo que pasó hasta que empecé a salir con mi primera novia. Sólo llegó de repente ese recuerdo y no sabía qué hacer. Sólo se lo conté a esta pareja y a un amigo de ese momento. Ella no supo qué decirme (ni yo sé qué decirle a alguien que haya vivido una violación). En cambio el amigo me decía que ahora yo lo violara como forma de venganza (🤢).

Nunca confíen en nadie para cuidar a sus crías

No estoy jodido, pero gracias a ese violador no puedo disfrutar plenamente varias cosas. Una de ellas es escuchar a Queen, una gran banda que me recientemente pude escuchar y disfrutar.

Nunca confien en familiares para hacerse cargo de sus crías. Siempre cuiden a sus hijas e hijos y sobre todo ¡creánles!